El ministro de Agua y Medio Ambiente de Bolivia, Felipe Quispe, rechaza de plano la Declaración Ministerial de los países participantes que se ha negociado hoy en el Foro Mundial del Agua de Marsella. De esta forma, Bolivia se desmarca como único país que no ha firmado esta declaración.

Quispe ha expuesto que el contenido de la declaración se centra mayoritariamente en la economía verde en lugar de ser una apuesta real por el Derecho al agua y que todas las soluciones propuestas se dirigen hacia la inversión privada. Privatización a la que Bolivia se opone por considerar el agua como un Derecho Humano y que, por tanto, el Estado tiene la responsabilidad de asegurar el suministro a su población. Además, Bolivia ya cuenta en su historia con la experiencia de la privatización, la cual, según palabras del ministro, fue un fracaso.

Por otro lado, el ministro boliviano señaló que el documento presentado hoy está lejos del borrador sobre el que previamente se había trabajado, por lo que no se sienten reflejados en el mismo.

Paralelamente, Council of Canadians ha podido saber que Canadá ha sido el principal promotor del cambio en la Declaración Ministerial final, que ha resultado ambigua en el lenguaje y poco concluyente en los objetivos. Esta Declaración se aleja de lo aprobado por Naciones Unidas en 2010, momento en el que se reconoció el agua y el saneamiento como Derechos Humanos fundamentales. Cabe recordar que en los últimos meses, Canadá ha destacado en la esfera mundial por un cambio radical en sus planteamientos medioambientales; sin ir más lejos, el abandono del protocolo de Kyoto tras la última conferencia del clima de Durban.

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A continuación puedes consultar la declaración final, en inglés y en francés.