Las amenazas de BCN World
La Generalitat tiene desde el pasado mes de enero en sus manos los documentos de objetivos y diagnóstico del Plan Director Urbanístico que regirá el Centro Recreativo y Turístico de Vila-seca y Salou, donde se ubicará BCN World. Los trabajos, encargados a la consultora de sostenibilidad Lavola, evalúan los riesgos que entraña en la zona la construcción del recinto que albergará un conjunto de hoteles de lujo, comercios y casinos. El informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, clasifica la relevancia de los impactos en baja, media y alta, lo que permite marcar de una forma clara dónde tendrá que poner el foco la Generalitat en la regulación del ámbito del centro de juego, que partía con una expectativa de diez millones de visitantes anuales, y sobre el resto de parcelas, de las que quedará fuera BCN World pero en las que también se prevé un aumento considerable de la edificación para construir hasta 4.000 viviendas o hoteles.
Impacto sobre el ciclo del agua. Es uno de los ámbitos de análisis que cuenta con mayores advertencias por la relevancia de su impacto. Se advierte del riesgo de la contaminación marina a causa del aumento de volumen de generación de aguas residuales. Pero también se alerta que incrementar el consumo de agua puede representar un alto riesgo para la capacidad de los acuíferos, ya que aumentará la captación de agua de estos y crece la probabilidad de contaminación. Lavola remarca que se tendrá que analizar el régimen estacional de los usos previstos para determinar los periodos de demanda punta y redimensionar los actuales sistemas de distribución y de control. Y asegura que es necesaria una actualización de las infraestructuras de saneamiento porque “actualmente ya se encuentran en el límite de su capacidad”.
Impacto paisajístico de las nuevas construcciones. Según el estudio, es uno de los principales riesgos vinculados a la edificabilidad prevista por el PDU, que contempla edificios de hasta 90 metros de altura para albergar los hoteles y los casinos donde se centrará la actividad, y la construcción de alrededor de hasta 4.000 pisos.
Calidad del aire. Habrá más movilidad, por lo que se generará más contaminación. El mismo impacto generará el incremento de la edificabilidad. Respecto a la contaminación atmosférica se considera que las repercusiones de construir unas instalaciones como las que se proponen pueden afectar tanto a la contaminación acústica como la luminosa. Lavola da por hecho que se tendrán que construir nuevas instalaciones de suministro energético y de telecomunicaciones. La Generalitat también ha planteado ante el Ministerio de Industria la construcción de una subestación eléctrica, denominada BCN World, que de momento ha sido descartada y no figura en las inversiones previstas.
Presión sobre la Sèquia Major. Se trata de un espacio natural protegido y la principal área de interés faunístico de la zona. El trabajo advierte de que se tendrán que analizar los posibles impactos indirectos, a causa del aumento de paso de gente por la zona. “Su ubicación aislada respecto a otros espacios naturales protegidos la hacen más vulnerable al desarrollo del PDU y sus usos previstos”, señala el informe.
Efectos socioeconómicos. CiU y PSC han defendido el proyecto aludiendo a la necesidad de rebajar el paro en la zona de la Costa Dorada. El análisis de la consultora avisa de que se tendrá que tener en cuenta ese supuesto impacto sobre la zona, especialmente en lo que refiere a un incremento de la presión sobre los servicios y los equipamientos de la zona.
Riesgo químico. La proximidad del polígono petroquímico de Tarragona es una cuestión a tener en cuenta, si bien el informe pone de manifiesto que el CRT quedaría fuera de las zonas de protección existentes.
Ocupación de suelo. La consultora pone el acento en la alteración de la topografía generada por los movimientos de tierra y en el riesgo de la que urbanización del sector acabe con la fragmentación y el empobrecimiento de “manchas forestales” existentes, perdiendo su funcionalidad actual.
Font: El País
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