Font: Expansion

En un comunicado, esta organización y otras como Aigua és Vida e Ingeniería sin Fronteras coinciden en alertar de que, si finalmente se confirma la privatización, la “chapuza superará a la de la privatización de la empresa Aigües del Ter Llobregat (ATLL) atendiendo al entramado de titularidades, gestiones e intereses municipales, comarcales y ciudadanos que conviven”.

La privatización de ATLL ha vivido múltiples episodios con recursos presentados incluso por parte de los servicios jurídicos de la propia Generalitat en contra de la concesión de la privatización a la empresa Acciona.

Los ecologistas consideran que, en el tema de las depuradoras, también debería tenerse en cuenta, a su juicio, que la Ley de Bases de Régimen Local prevé que el saneamiento de las aguas residuales es competencia municipal.

El gerente de la Asociación de Operadores Públicos de Agua y Saneamiento, Luis Babiano, no entiende cómo el gobierno catalán “impulsa un modelo privado que puede tener fuertes consecuencias ambientales mientras que París, Berlín y la mayoría de capitales europeas vuelven a la gestión pública”, se informa en el comunicado.

La Generalitat ostenta, a través de la Agencia Catalana del Agua (ACA), la titularidad de 131 depuradoras de aguas residuales en Cataluña, y comparte la titularidad con otras administraciones o entes de otras 321 más, lo que suma un total de 452 depuradoras en Cataluña.

La privatización de estas instalaciones, mediante concesiones de su gestión, es uno de los recursos que sopesa el gobierno catalán para obtener 1.454 millones el próximo año para cumplir el objetivo de déficit previsto (del 1 % del PIB) y evitar más recortes.

En opinión de Ecologistas en Acción, con esta propuesta “parecen evidentes las intenciones del departamento de Economía de hacerse con el control del canon de agua”, hasta ahora gestionado por la Agencia Catalana del Agua.

Para la organización Aigua és Vida es “completamente incomprensible que se facilite una vez más el negocio privado de las multinacionales del agua, ahogando a las clases trabajadoras con el encarecimiento de servicios básicos para su subsistencia como los de acceso al agua y su saneamiento”.