Los partidos y la gestión pública del agua: tres sí, uno no y tres no saben
El próximo año finaliza la concesión de la gestión del agua a Mina y el debate sobre la oportunidad de municipalizar el servicio marcará las municipales del próximo 24 de mayo. El tema protagonizará el próximo mandato y, a un mes de las elecciones, los partidos mantienen posturas encontradas y coinciden en un único aspecto: falta información para conocer las consecuencias reales de un cambio de modelo en la gestión.
Así se puso de manifiesto el miércoles en el debate político organizado por la Taula de l’Aigüa en el centro cívico President Macià, al que acudieron siete formaciones políticas (CiU, PSC, ERC, PP, Terrassa en Comú, la CUP y Ciutadans). Durante más de dos horas, los candidatos expusieron sus posiciones, pero sobre todo tuvieron que dar respuesta a las preguntas de una ciudadanía movilizada, dispuesta a que no se les hurte un debate estratégico para el futuro de la ciudad. En el primer tramo del acto, los partidos fijaron posiciones. Isaac Albert, alcaldable por ERC, defendió el sí a una gestión pública, pero advirtió que la ciudad debe tener claro que “la apuesta no garantiza que el precio del recibo baje porque los procesos de transición son caros”. Albert pidió un debate en profundidad sobre “un proceso muy complejo técnicamente”.
En el sí a la municipalización se sitúan la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que defienden “la soberanía ciudadana en la gestión de la energía”, y la plataforma Terrassa en Comú. Su candidato a la alcaldía, Xavi Matilla, reivindicó una mayor transparencia en el proceso y sostuvo que una gestión pública del agua “permitirá mejorar la calidad, ajustar tarifas y priorizar inversiones. Ahora lo que necesitamos es saber cómo está el servicio y preguntar a la ciudadanía en un proceso deliberativo”.
N NO Y TRES INDEFINICIONES
El no a la gestión pública del agua lo defendió el PP en solitario. Gabriel Turmo, primero en la lista popular, cree que el cambio de modelo “no es necesario porque la concesión funciona bien”. “Tenemos ejemplos de empresas municipales que cuestan muchos millones”, apuntó el alcaldable, para quien esgrimir “banderas ideológicas” en este debate “es respetable, pero hay que comprobar si (con la municipalización) mejoraría el servicio”.
Frente al si y al no, los partidos mayoritarios mostraron el miércoles su indefinición en el debate sobre el modelo de gestión del agua. El socialista Alfredo Vega aseguró que en este momento ¿ninguno de nosotros tiene información para saber qué opción es la más eficiente” y pidió un estudio que aclare dudas. En el mismo sentido Miquel Sàmper, candidato a la alcaldía de CiU, insistió en que ¿faltan datos técnicos para tomar una decisión”. Pública, privada o mixta, la nueva gestora del agua en la ciudad debería garantizar ¿un mejor servicio, el control municipal y que las tarifas no suban”.
Tampoco el cabeza de lista de C,s quiso posicionarse. “Se pueden mejorar las infraestructuras, la calidad del agua -dijo Javier Gonzálezy aumentar las ayudas sociales. Si no puede hacerlo el Ayuntamiento, que se abra un concurso a la competencia y que las compañías se peleen por la concesión”.
AGBAR Y LA TARIFA SOCIAL
Durante el turno de preguntas, los asistentes plantearon cuestiones como los costes del traspaso, la situación actual de las infraestructuras, la necesidad de que en el futuro la gestión se aplique sobre el ciclo integral del agua (captación-potabilización-distribución-alcantarillado-depuración) y la falta de transparencia.
Desde la Taula de l’Aigua y desde el colectivo de los Iaioflautes se insistió en la necesidad de que la ciudadanía recupere el control sobre las energías. ¿En los 90 nos quitaron las joyas de la corona”, comentó un interlocutor, al que se sumó otro asistente crítico con la supervisión municipal de la concesión. Mina ha gestionado el agua durante 75 años, durante los últimos bajo control municipal “y ahora resulta que no sabemos “, reprochó al gobierno municipal.
Otra ciudadana pidió amplitud de miras al afrontar el debate sobre la municipalización porque ¿debemos pensar en las futuras generaciones”. ¿Mina ya no es la familia Galí -dijo-, el control de la compañía lo tiene ahora la multinacional Agbar”, cuyo papel cuestionaron varios de los presentes.
Con especial dureza un representante de la Taula de la Pobreza Energètica, que invitó a los políticos a las actas de nuestras reuniones con Mina. Verán la hipocresía de los gestores respecto a los que están sufriendo”. Sobre la tarifa social del agua, que bonifica el recibo de las familias sin recursos, Ramon Clariana, presidente de la FAVT, miembro de la Taula de l’Aigua y representante popular en la comisión técnica municipal sobre el agua, quiso dejar claro que la tarifa social no la paga Mina. El agua que no cobran va al expediente tarifario, que pagamos entre todos”.
El debate se cerró con la petición unánime de impulsar “de manera urgente un debate ciudadano” sobre la gestión del agua no es verdad que sea tarde”.
Font: Diari de Terrassa
Sense comentaris